San Pío de Pietrelcina (nacido el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, Italia; fallecido el 23 de septiembre de 1968 en San Giovanni Rotondo; canonizado el 16 de junio de 2002; festividad el 23 de septiembre) fue un sacerdote italiano y santo de la Iglesia católica romana.
Nacido en una devota familia católica romana, se consagró a Jesús a los 5 años. A los 15 años se unió a la orden de los capuchinos y tomó el nombre de Pío en honor a San Pío I. En 1910, año en el que se convirtió en sacerdote, recibió por primera vez lo que se conoce como los estigmas invisibles (marcas corporales que corresponden a las heridas sufridas por Jesús crucificado), aunque finalmente sanaron. Recibió los estigmas nuevamente en 1918, y esta vez permanecieron con él hasta su muerte. Estas y otras señales de su santidad (como su supuesta capacidad de estar en dos lugares a la vez y su don de curar) atrajeron a un número cada vez mayor de peregrinos. Se destacó por su caridad y piedad y fue canonizado en 2002 por el Papa Juan Pablo II.